Imprescindibles para un dormitorio de estilo nórdico
Cuando llega al norte el invierno, las bajas temperaturas hacen que las horas de ocio y la vida social se concentren en torno al hogar. Por ello el estilo escandinavo apuesta por la calidez y la comodidad, es una forma de que el invierno no sea un impedimento para disfrutar del tiempo libre.
Sin embargo, no por ser funcional renuncia a una estética cuidada y elegante, conjugando materiales, tradición y modernidad de forma limpia y serena. Si estás buscando darle un toque sencillo, luminoso, confortable y con clase a tu dormitorio el estilo nórdico es una opción perfecta para ti, así que sigue con atención esta guía de imprescindibles del ‘nordic style’.
Sencillo, ligero, luminoso, funcional, cómodo, cálido, sereno, elegante. El estilo nórdico transmite
Los seis básicos
1- Luz. ¡Fuera las cortinas densas y los grandes revestimientos! Es hora de dejar pasar toda la luz. Un dormitorio bien iluminado parece de mayor tamaño e invita a pasar más tiempo en él, incluso despiertos. Puede ser una buena oportunidad para colocar un tocador, un sillón en el que leer o dedicar un rincón a esa actividad que tanto te gusta. Si no dispones de buena luz natural no te preocupes, llena el espacio con velas, ilumina tu mesilla de noche, aprovecha una bonita lámpara de techo o de pie.
2- Blanco. Es el protagonista indudable. Luz, ligereza, amplitud: el blanco lo consigue todo y es el lienzo perfecto para que destaquen otros detalles, como una planta, un espejo o un mueble con tonos algo más oscuros.
3- Contraste. Si algo curioso tiene este estilo es su predisposición para ser combinado con materiales y diseños opuestos, tradicionales y modernos, consiguiendo un equilibrio armónico. Así, por ejemplo, tu dormitorio puede incluir una mesilla de madera rústica y al mismo tiempo unos cojines con estampados geométricos en tonos pastel. Puedes darte un capricho con algún detalle en tonos más subidos, incluso con negro, un color que es tendencia este año 2017.
4- Naturaleza. Son de sobra conocidos los verdes y asombrosos paisajes de los nórdicos. Su cultura aprecia mucho los espacios naturales y esto se refleja también en el hogar. Para dar vida a tu dormitorio no olvides colocar alguna planta sobre la mesilla, en un rincón o en alguna estantería. Notarás cómo aportan color y frescura a la estancia.
5- Colores suaves y neutros para personalizar. Para seguir el estilo nórdico es imprescindible respetar el color blanco, pero no por ello dejar de lado unas pinceladas de gusto personal. Una línea de tonos claros y neutros que mantendrán la serenidad en el ambiente y te permitirán también combinar a tu manera la decoración. Lo mejor en este caso es apostar por una paleta de colores cremas, pasteles, grises o marrones muy suaves.
6- Decoración limpia, ligera y funcional. Con todos los detalles anteriores habrás conseguido un espacio muy luminoso y poco recargado en el que predominen la limpieza visual y la tranquilidad. Ahora es el turno de una de las características más importantes de esta clase de decoración: la comodidad y la practicidad en la distribución y selección de mobiliario. En el equilibrio estético que aporta la pureza de las líneas debe haber también una finalidad práctica: muebles modulares que se adaptan a los cambios en el hogar, asientos cómodos, camas amplias, espacios diáfanos… Todo aquello que, unido, haga que tu dormitorio sea el mejor lugar del mundo en el que estar.
¿Quién dijo frío?
Que no sea habitual añadir tonos rojizos, anaranjados o amarillos no significa que la estancia transmita frialdad. Una de las formas por las que este tipo de decoración estilo nórdico apuesta para conseguir un ambiente cálido son las texturas, los materiales y las formas. No dudes en colocar a los pies de la cama una gran manta bajo la que olvidarse del frío exterior o una alfombra para que el primer contacto con el mundo al despertar no sea gélido sino acogedor.
Aunque el cristal y el metal se emplean a menudo en este estilo de hogar, es la madera (y cuanto más natural mejor) el material que marca la diferencia. Su efecto es doble: evoca el la naturaleza de la que hablábamos más arriba y aporta a la estancia ese toque hogareño que siempre tiene la madera.
Detalles ‘muy’ escandinavos
Para rematar el ambiente norteño, estilo nórdico, aquí tienes una lista de detalles decorativos para que los combines a tu gusto. Eso sí, recuerda mantener la gama de colores para no robar luminosidad a la estancia.
- Cuadros: puedes combinar varias fotografías en una esquina o un rincón enmarcadas en soportes de distintas formas y texturas o bien optar por un gran lienzo que gane el protagonismo de la sala.
- Geometría: Triángulos, rombos, cruces, rayas, estampados de renos y montañas… Escoge los diseños que más te gusten y aplícalos donde quieras: cojines, alfombras, jarrones, cuadernos, mantas, tapicerías… Tú decides.
- Velas: ¿recuerdas que la iluminación juega un papel muy importante? Pues además de la iluminación natural, de las lámparas y los focos puedes colocar algún candelabro o sencillamente unas velas distribuidas por la estancia. Son un detalle que combina a la perfección y transmite mayor calidez. Puedes incluso darle un toque nuevo a tu dormitorio con unas velas aromáticas.
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