Siete errores que nunca debes cometer en una casa pequeña
Cuando nuestra casa es de tamaño reducido hay que saber sacarle el mayor partido al espacio del que disponemos para poder disfrutar de nuestros muebles y objetos personales, al tiempo que mantenemos un orden y una distribución de los mismos que no se coma la estancia o nos agobie.
La clave para ello es encontrar un equilibrio entre funcionalidad y estética que, quizás en casas pequeñas, debe primar la primera sobre la segunda. No obstante, también los espacios reducidos guardan un encanto especial y se puede jugar con ello. Siempre habrá una forma de lograr un entorno acogedor y bonito que haga honor a la frase que dice que las mejores fragancias van en frascos pequeños.
Para ello proponemos seguir el esquema de las tres ‘P’: planificar, priorizar y potenciar.
Planificar
Mide, dibuja, diseña y rediseña. Valora las instalaciones fijas de la casa y los límites estructurales y conviértelos en parte de la decoración.
Priorizar
Donde no hay espacio, debe haber cabeza. Entre una columna que forma parte del diseño estructural y una mesa preciosa que no encaja del todo, está claro qué es lo que puede quedarse y qué no. Pero no te preocupes, el mercado es inmenso y encontrarás otra mesa que te guste y, si no, siempre puedes invertir en ella y hacerla a medida, pintarla e incluso así, mejorarla. Busca muebles funcionales ante todo, cada milímetro es oro.
Potenciar
Existen muchos trucos para aprovechar la luz natural y el espacio. Piensa en vertical y aprovecha los metros de altura para crear distintas estancias, utiliza espejos que reflejen la luz y den profundidad y elimina los tabiques innecesarios: potencia las posibilidades de tu hogar.
Partiendo de esta triple regla y conociendo las posibilidades del espacio del que disponemos, el segundo paso es evitar los errores típicos de la decoración de interiores que puedan robarnos espacio. Si sigues la regla de las tres ‘P’ y evitas las siguientes situaciones los metros cuadrados no importarán.
Lo que nunca debes hacer
- Primar la estética a la funcionalidad
Sentimos que sea así pero si no sobra el espacio quizá una cómoda de diseño con un solo cajón deba ser sustituida por un armario con muchos compartimentos. No obstante, lo práctico no quita lo estético. El truco está en saber utilizar cualquier excusa como espacio de almacenaje mediante mobiliario abatible, ligero o flotante, canapés, cajoneras, etc. Nada debe encajar a la fuerza, sino adaptarse en armonía al resto de elementos que se disponen en el espacio.
- Combinar en exceso
No a los papeles de pared con el mismo estampado que el sofá y no a una habitación donde el protagonista sea un color que no sea el blanco. En la diferencia está el éxito y aunque no tienes por qué apostar por un estilo ecléctico si no te gusta, convertir el espacio en un lugar uniforme y monocolor limita tu creatividad y puede hacer que te aburras pronto.
- Olvidarse del vacío
El «horror vacui« es precioso en la decoración mudéjar, pero no en una casa que debe amueblarse para cumplir las funciones básicas porque un ambiente recargado es un ambiente que puede llegar a agobiar y nadie quiere que su hogar sea un lugar que se relacione con el estrés. Por ello saber que el vacío, como los silencios en la música en el momento adecuado, es muy importante para oxigenar el ambiente y permitir que destaquen el resto de objetos.
- Cerrar las habitaciones
Si tienes poco espacio, perder más con puertas y muros no es una buena opción. Consigue estancias diáfanas aplicando el ‘open concept’, es decir, eliminando las barreras físicas entre estancias que puedan compartirse, como la cocina, el comedor y el salón, y consiguiendo así un espacio social único. Si quieres diferenciar las estancias puedes jugar con cortinas, biombos, alfombras, colores en los detalles o la pared o incluso puertas correderas.
- Tapar la luz
La luz es la mejor aliada para engañar a los ojos y dar una mayor sensación de amplitud. Fuera cortinas opacas y estores muy oscuros y aprovecha al máximo la luz natural. Como inevitablemente no se puede disponer de ella todo el día, es importante planificar cuáles serán los puntos donde realicemos actividades importantes y con frecuencia, para iluminarnos con focos directos, además de la luz del techo.
- No aceptar el blanco como materia prima
Si te encanta el verde o tu color favorito es el naranja pueden ser los colores complemento para tu hogar en cojines, mantas o vajilla, pero no el principal. El color blanco es un color que genera limpieza visual y refleja la luz mejor que ninguno y la luz natural es, como hemos dicho, la mejor aliada frente a espacios reducidos.
- Aplanar estancias
No son recomendables ni los muebles pegados a la pared ni desaprovechar el espacio vertical. Al contrario, hay que jugar con la profundidad y las alturas para aprovechar todas las dimensiones, sin olvidar la importancia del vacío ya mencionada, claro. Un ejemplo de ello sería dar un tono diferente de color, dentro de una gama suave, a alguna pared, mejor si es perpendicular a una ventana por la que entre mucha luz. Otra posibilidad es colocar espejos de forma estratégica para que reflejen la luz y ganar así profundidad. Por último, puedes colocar alfombras, cojines o mantas que contrasten con el blanco, para dar volumen y personalidad a la habitación.
Y si necesitas más ayuda para planificar la decoración de tu casa, ven corriendo a visitarnos. Te daremos los mejores consejos, por algo somos tu tienda de muebles de referencia en Salamanca.
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